martes, 19 de agosto de 2008

Las pequeñas manos de Diana y el click de una Sony de 8 megapixeles







Agarra la cámara y a lo que más le llama la atención con suerte le pilla el foco.
Sabe manejar el lente y el encuadre, lo que le falta es afinar su puntería.
Se perfila, para orgullo de su padre, como una buena aprendíz.
Además. le encanta agarrar la cámara y tirarse al mundo apretando el botón.
¿Qué sería de nosotros si en nuestras épocas hubieran existido las cámaras digitales?... pregunto.

Pareja de locos





Este es el simple resultado de un acontecimiento casual.
Salieron de la ducha, Lucas y Diana.
Encontramos por casualidad un chocolate, ¡Oh, que casualidad!
un bon obom para ser exactos.
lo compartimos, como es debido, según reglas estrictas de Diana por conveniencia propia.
pero, nosé porque el chocolate queda disperso en toda la cara y manos de Lucas,
Diana solo tiene un poco en el diente, incluso cuando mira la foto, cree que el diente se le cayó, sin saber siquiera que ha logrado el efecto que de la Chimoltrufia con tanto ahínco intentaba en cada una de sus caracterizaciones cada vez que se pintaba el diente de negro para aparentar su pérdida.
Que manera de disfrutar de la vida.

seguimos con la tormenta negra!






y pareciera mentira que pudiera seguir.

Los placeres inmensos de la vida






Aunque pareciera mentira, Willie Wonka tenía toda la razón.

Eurofia, placer, amor, todo en un tono marrón oscuro.

Cercano a la boca, justo donde se inicia el primer placer.

El sentido del GUSTO. Disfrutemos.